El Sol, Madrid 25 marzo 2025
Texto y fotos: Javi G. Espinosa
Aunque no hace tanto tiempo de su última visita – y entre tanto han venido a vernos un par de veces como Lisa & The Lips – ya íbamos echando de menos una gira de The BellRays. Siempre es una buena noticia la vuelta de Bob y Lisa, y más si es con un nuevo álbum bajo el brazo. «Heavy Steady Go!» es su título, doce temas que van del soul y el blues al rock más crudo y vigoroso, como suelen acostumbrar a hacer. Canciones que llevan el sello de la banda y que se integran perfectamente con el resto de su repertorio.
Con la sala El Sol a reventar de gente, a las nueve y media en punto salieron a escena para comenzar el ritual, con Lisa saludando y enardeciendo al personal, poniendo en marcha los motores con la arrolladora «On top«. Con las pilas bien cargadas empezaron a presentar sus nuevas composiciones: «I Fall Down«, «Hard Drive» o una tremenda «Wolf’s Sun» fueron las primeras en sonar, con la predicadora Lisa recorriendo toda la sala y asegurando que, aunque fuese martes, cada vez que estás en un concierto de rock es sábado por la noche.
«Ball of Confusion» y «California» sonaron también muy convincentes en su estreno en vivo, mientras seguían recuperando viejos clásicos como «Pinball City» o «Power to Burn«, alternándolos con los nuevos temas. El bueno de Bob sigue demostrando la misma destreza con su guitarra, desatando su furia a cada rato para no ser menos que su fogosa pareja. Toda una vida compartida, en el escenario y fuera de él, hacen de ellos un equipo imbatible, perfectamente equilibrado y con esa complicidad que dura ya más de tres décadas.
Y aquí hace tiempo que se sienten como en casa y les hemos adoptado. Hemos perdido ya la cuenta de sus visitas, pero antes de que se vayan ya les echamos de menos. En salas como El Sol se les ve como si estuviesen en su propia casa, celebrando una fiesta con un buen montón de amigos a los que te alegra ver, para cantar, bailar y brindar juntos durante un rato. Celebraciones de la vida que bien merecen salir de casa un martes, pues en cuanto bajas esas escaleras y te encuentras a los BellRays sobre el escenario, vuelve a ser sábado a la noche.
Hasta dos veces volvieron a salir después de haber dicho adios, alargando los agradecimientos y la despedida con más paseos de Lisa y Bob entre la apretada concurrencia, siempre cercanos y accesibles, encantados de mezclarse con su afición y de saludar a sus fieles seguidores, muchos viejos conocidos y algunos ya incluso amigos, a fuerza de repetir encuentros y compartir confidencias. Un contacto y una conexión que cada vez resulta más difícil en este mundo digital y virtualizado, y que tanto se agradece cuando vas a un concierto. Po eso nos gusta tanto que vengan, y que no tarden demasiado en volver.
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