captura de Tainted Grail: The Fall of Avalon

Tainted Grail: The Fall of Avalon se ha convertido en uno de los RPG más comentados de los últimos meses, en parte por cómo reinventa la leyenda artúrica bajo una atmósfera oscura y adulta. El título, desarrollado por Questline, recoge el testigo del popular juego de mesa para transformar el mito del Rey Arturo en una aventura elevada en complejidad y decisiones, ambientada en un mundo que fluye entre la fantasía medieval y el terror.

La propuesta destaca por su mundo semiabierto lleno de opciones de exploración y libertad, donde el jugador se enfrenta a la reconstrucción o destrucción de Avalon tras la caída del legendario rey. Con una clara inspiración en gigantes como la saga Elder Scrolls, particularmente Oblivion y Skyrim, el juego equilibra conversaciones profundas, consecuencias palpables y un desarrollo de personaje que varía notablemente según las decisiones jugables.

Un universo artúrico en decadencia, ahora interactivo

El viaje en Tainted Grail: The Fall of Avalon comienza en una prisión, rápidamente salpicado por la aparición y alianza con un Rey Arturo desmemoriado y fragmentado. Desde ahí, el universo de Avalon se expande en regiones que recuerdan a los mejores RPG occidentales, donde todo lo que el jugador hace tiene impacto en la historia y el entorno.

Uno de los aspectos más destacados es su sistema de progresión, que mejora habilidades según las acciones realizadas. Si optas por moverte sigilosamente, aumentarás tu destreza en sigilo; si prefieres el combate directo, potenciarás tu fuerza y resistencia. Además, cuenta con espacios para la alquimia, cocina y exploración intensa, con un árbol de habilidades ramificado y opciones para adaptar el equipo a distintos estilos de juego: desde armas duales hasta magia, arco o el tradicional escudo y espada.

La interacción con el entorno incluye abrir cofres con ganzúas, robar y comerciar, todo condicionado por un límite de peso más indulgente que en otros RPG. En este sentido, las misiones secundarias ofrecen diálogos extensos, rutas alternativas y decisiones que pueden transformar aliados en enemigos, aportando profundidad y rejugabilidad a la experiencia.

El tiempo de juego se extiende fácilmente a 40 o 50 horas, ya que explorar historias secundarias, descubrir secretos y mejorar el equipo conforman una parte esencial del diseño. Actividades como la minería, la creación de objetos o la gestión de una casa propia enriquecen un Avalon donde cada partida puede tomar rumbos muy diferentes.

Adventures, combat and impactful decisions

La presencia de la Rareza, una niebla misteriosa que transforma el mundo y aumenta los peligros nocturnos, marca la diferencia como mecánica de supervivencia. En estas ocasiones, la exploración cede paso a una tensión donde el combate, aunque reminiscente de Oblivion, puede quedarse corto para los estándares actuales.

El sistema de lucha permite atacar, bloquear y esquivar, pero carece de la profundidad exigida a los RPG modernos. Incluye funciones como ralentizar el tiempo y variedad en armas, magia o invocación de aliados, aunque la inteligencia artificial de enemigos y criaturas aliadas puede resultar limitada.

Las decisiones durante el juego influyen tanto en la trama principal como en las secundarias. Por ejemplo, en misiones como “Confrontation Looks Like Hope”, el jugador debe escoger entre cumplir las demandas de la Reina Abeja y eliminar a Broc a cambio de recompensas o desafiar a la enemiga, lo que puede desencadenar combates exigentes y distintas recompensas. Estas decisiones dejan huella en el desarrollo de la historia, aportando peso y madurez propia de los RPG clásicos.

El título también destaca por su atmósfera opresiva y artística, capaz de transportar al jugador a un Avalon decadente, reinterpretando mitos conocidos y sorprendiendo con giros argumentales frecuentes. La música, que transita entre lo medieval y lo vikingo, y la ambientación reflejan juegos de renombre sin copiar su estilo, apostando por una identidad visual y narrativa propia.

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