Han pasado ya cuatro décadas desde que ‘Regreso al futuro‘ se estrenó en cines, pero pasen los años que pasen, seguirá manteniéndose como una de las trilogías más queridas de la historia del cine. La primera película llegó a la gran pantalla en 1985 y con ella también se creó un clásico atemporal y una obra que sigue inspirando a generaciones por su manera de mezclar el humor, el ingenio a la hora de narrar y una visión muy especial de la ciencia ficción.
La historia de Marty McFly y el doctor Emmett Brown no solo revitalizó el cine de aventuras, sino que también redefinió los viajes en el tiempo como recurso narrativo. En manos de dos guionistas como Robert Zemeckis y Bob Gale, esa premisa se convirtió en una excusa para explorar temas como la identidad, la familia y la posibilidad de cambiar nuestro destino. Y el carisma de Michael J. Fox y Christopher Lloyd hizo el resto.
Así fue como nació una trilogía que continúa siendo igual de fascinante. Especialmente por la gran cantidad de detalles escondidos, guiños visuales y paradojas temporales que hay en ella. Cada visionado es una oportunidad para descubrirlos y reavivar el debate sobre las reglas internas del universo que se creó con estas películas. Porque es precisamente en esos guiños o fallos escondidos donde la película mantiene parte de su encanto.
Uno de ellos se destacó en un artículo de nuestros compañeros de AlloCiné, que han puesto el foco en un detalle aparentemente menor, pero que en realidad es fundamental en el primer film. Se trata de la fotografía familiar de Marty McFly.
Revelaron el carrete que no era
En la primera entrega de ‘Regreso al futuro’, vemos a Marty llevar consigo una fotografía familiar en la que aparece junto a sus hermanos. A medida que las decisiones que toma en el año 1955 ponen en peligro el romance entre sus padres (conoce a su madre de joven y esta se siente atraída por él), los protagonistas de la imagen comienzan a desvanecerse, anunciando su posible desaparición del futuro. Una forma brillante de traducir el riesgo existencial que corre el protagonista.
Sin embargo, este recurso plantea una pregunta lógica en la que no solemos caer cuando vemos la película. Y es que, si la familia McFly nunca hubiera existido, ¿quién habría hecho esa fotografía? Una incoherencia interna que se tambalea ante una paradoja visual que nunca llegó a explicarse.
Además, surgen otras contradicciones cuando los hermanos reaparecen en la fotografía tras el beso entre George y Lorraine. A pesar de que el presente ha cambiado (Dave ahora lleva un traje y Linda tiene un aspecto más sofisticado), en la foto siguen usando exactamente la misma ropa que llevaban antes del viaje en el tiempo.
Esto tiene sentido desde un punto de vista narrativo, porque si se hubieran mostrado sus nuevos atuendos en la foto, se habría arruinado la sorpresa del final.
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La noticia
‘Regreso al futuro’ comete un error visual con una fotografía que no debería existir. Pero tiene una explicación lógica
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Belén Prieto
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